Espíritu de vacaciones...

Foto Bypsanchez onFlickr

Aún cuando las vacaciones son variadas en cuanto a gustos, destinos, disfrutes, actividades y número de personas, creo que todas tienen la finalidad primaria de lograr que nos desconectemos de nuestros quehaceres diarios, para entrar en una onda de entretenimiento, acorde al bolsillo y el humor de quienes la disfrutan.

Visto que mi bolsillo no está tan gordito como mi caucho y mi humor demanda urgentemente paz y tranquilidad, he decidido, tomarme un pequeño descanso, un verdadero descanso: no rumbas, no colas, no bochinches, no cocina, no diligencias... quiero descanso!!! y que mejor que una playita para eso...

Mi ciudad es una ciudad que absorbe, con sus problemas, sus necesidades, sus trampas, luego viene el trabajo, la política, el futuro que satura, las obligaciones, los asuntos pendientes... hay tanto que día a día me roba espacio para reflexionar, para verificar que voy por los caminos correctos, para reafirmar mis expectativas, para estar segura de mi centro y continuar irradiando energía, que necesito un tiempo para mi, para estar a solas conmigo y, hacerme mi mejor amiga.

Creo que lo llamaría vacaciones de "espíritu" porque eso es lo que quiero que reciba un fresquito, crezca y se renueve... y por supuesto, tomar un poquito de sol que nunca está demás... cierto? :)

El Trece...

No resulta extraño que cualquier persona, a la primera vista de esta carta, arruge la cara, pele los ojos, tome un respiro y eche la cabeza hacia atrás...y no es para menos, es una calavera que viste una armadura, que si tuviese ojos miraría hacia el infinito, que carga el equivalente a una hoz en su esquelética "mano" izquierda y tiene de fondo un terreno desolado con muertos y papa incluido.... es la carta del tarot que con su número trece, representa la muerte!!!

Ahora, si bien toda esa descripción de la carta, es correcta, no creo que deba existir razón para asustarse... porque aún lo que a las primeras de cambio luce desagradable, puede estar lleno de cosas buenas!!!

Todo absolutamente todo en la vida, tiene dos puntos de vista y no debemos pasarlo por alto -especialmente con las cosas malas-, hay que darle cabida a todas las perspectivas que una situación nos ofrece, hay que mirar bien... más allá del esqueleto, más allá de la hoz, hay todo un punto de vista diferente...

Y así, es que la carta del tarot que representa al trece, también puede significar cambios, abandono de hábitos, liberación, renacimiento espiritual, inclusive la apertura a una nueva etapa... No es mejor verlo de esta manera? No es mejor que aun estando frente a un hecho que luce desfavorable, seamos capaces de encontrar las cosas buenas que puedan sacarse de eso?

A mi me parece que si, no porque quiera vivir la vida con un par de "pink glasses", si no porque los eventos desagradables nunca van a dejar de aparecer en nuestras vidas y queda en nosotros, sacarle también el provecho, además de recibir el inevitable lamento; queda en nosotros que aún lo negativo, termine convertido en algo positivo en nuestras vidas.

Aunque no nos parezca, todo tiene un lado bueno y, hay que empezar a aceptarlo y buscarlo en cada cosa que nos pasa!!! No es para menos... Bienvenido sea el trece entonces!!!